Autorías #2: Capítulo 1

Y este es el nombre de la sección que abrí con el prólogo de mi historia ^^ y he decidido seguir publicandola ^^ y para lo que no quieran leerla y no les interese... trnaquilos ya volvere a ls reseñas y las fichas de personajes xD
Bueno tengo que advertiros que el prólogo y el primer capítulo no tienen mucha conexión... de momento.
Lo he puesto aquí por que son 7 página sde word así que... xD espero que les guste ^^ 



Capítulo 1

Un amor de sueño

Se removía en su cama, inquietó, estaba teniendo un sueño, el mismo de todos los días. Una chica rubia con el pelo hasta los hombros le mostraba sus blancos dientes mientras se movía haciendo que los pliegues de su vestido se alzaran al aire.

Pero el que la estaba soñando no hacía caso a sus movimientos, solo a su sonrisa.
Quería guardarla en su mente y recordarla para siempre.

“No te vayas”

Murmuró, mientras veía como la chica se iba alejando cada vez más de su mente. Alargó la mano y se despertó. Cerró la mano fuertemente, hincándose las uñas en la palma de la mano. Un picazón y un pequeño hilillo de sangre, a continuación, hizo que se replanteara cortarse las uñas.

Se sentó en la cama y se observó la mano. La tenía llena de pequeñas cicatrices.
Todas las noches lo mismo… si al menos pudiera alcanzarla dormiría tranquilo… pero no, su sueño siempre acababa igual.

Se levantó de la cama y fue hacía la ventana para abrir las cortinas. Sintió el calor del sol matinal sobre su piel y se preguntó que hora sería. Calculaba que más o menos serían las diez.

Sus cristalinos ojos azules recorrieron toda la estancia hasta pararse en el pequeño aparador que estaba junto a la cabecera de la cama. Se acercó a ella y fue abriendo los cajones examinando cada una de las piezas de ropa para ver si podría encontrar alguna que no estuviera sucia. No es que le importarse llevar ropa sucia, al contrario, era la ropa que solía llevar, pero ese día quería estar presentable. Hoy se encontraría con el único hombre que había acudido al anunció que había puesto en los tablones de la plaza del mercado.

Busco a un hombre que me acompañe a realizar una búsqueda en el país vecino.
Buena paga.
Vaya a la Posada de Tom y pregunté por Gaziel.

Ese era el sincero anuncio que había colgado. Había perdido la esperanza de que alguien respondiera a el hasta que un muchacho de unos doce años había ido a la posada y le había dicho que su señor quería hablar con el. Y la había indicado que iría hoy. Se preguntaba que clase de “señor” sería. El muchacho tenía más pinta de ladronzuelo que de ser sirviente de un señor. A no ser que no fuese nada más que un pobre caballero sin caballo que iba a la desesperada. Aceptaría a cualquier persona que se presentase. El si que estaba desesperado.

Se vistió con una camiseta y unos pantalones que le quedaban bastante holgados. Iba descalzo, como siempre.

Metió la cabeza en un cuenco de agua que había sobre el aparador y se la sacudió como si fuese un perro que acababa de estar bajo la lluvia. Era su único momento de aseo del día.

Bajo corriendo por las estrechas escaleras de madera y se encontró con la posada casi vacía. Solo había unas cinco mesas ocupadas de las casi veinte que había. Tenía que reconocer que el local era enorme.

Se sentó en la barra y llamó al posadero.

-Tom…-

-Un whisky doble como siempre.- el chico le sonrió. Se conocían desde hacía dos años y nunca, nunca, había pedido otra cosa que no fuera whisky doble. Aun con sus escasos diecisiete años, ya conocía todos los tipos de alcohol habidos y por haber. No es que se sintiera orgulloso de eso… pero era la única cosa de la que podía presumir que sabía más que otras personas más mayores.

Alguien abrió la puerta pero Gaziel seguía mirando hacía Tom, observando como vertía el whisky en una diminuta copa con múltiples arañazos. No se dio cuenta cuando el recién llegado se sentó junto a el… hasta que le paso el brazo por los hombros.

-Tu debes de ser Gaziel, ya me dijo mi chico que parecías el típico guaperas del cual todas las doncellas se enamoran.-Gaziel le miro sobresaltado. Tenía el pelo negro cayéndole sobre los hombros y una gran sonrisa en su cara. Parecía tener pocos años más que Gaziel y parecía muy simpático. O por lo menos muy extrovertido.

Así que ese era el “señor”… tenía la misma pinta que el chico que le envió, parecía un ladronzuelo. Iba vestido con ropas holgadas y negras y con una daga y una bolsita colgada del cinturón.

-Eh… si soy yo… ¿esta interesado en acompañarme?-le preguntó con tono inseguro.

-Por supuesto, pero con una condición…-le dijo el recién llegado intentando parecer un tipo serio… pero no lo consiguió.-Que me dejes por lo menos la mitad de las mujeres que nos encontremos por el camino.-le guiñó un ojo mientras se volvía hacía la barra.- ¡Ey Tom! ¡Una jarra de cerveza por aquí y otro…-miró la copa de Gaziel.-… whisky doble para mi amigo!

Gaziel estaba impactado, no podía creer que alguien fuese tan simpático con el sin conocerle de nada… bueno lo más seguro es que fuese simpático con todo el mundo… eso le impactaba más todavía. Había aprendido por si mismo que no debía fiarse de nadie. No entendía como podía haber gente que si se fiase de los demás.

-¿Gracias?-le dijo mientras cogía el segundo whisky que le entregaba Tom.

-De nada, hombre. Aunque veo que todavía no te has tomado ni el primero.-y dicho esto empezó a beber la cerveza.

Gaziel volvió su mirada hacía el chupito de whisky, se tapó la nariz y se lo bebió de un solo trago. Se sintió mareado y su sabor le picó la garganta pero aun así esa sensación sencillamente le encantaba. Muchas veces se preguntaba si sería masoquista. Y lo confirmo cuando se bebió el segundo chupito de whisky.

El mundo se movía bajo sus pies, todo daba vueltas y nada parecía real.

-No se para que te he hecho caso, Romanji, era whisky doble, nadie puede con el.-oyó que decía el viejo posadero.

-Este chico tiene pinta de duro, ¿verdad?-dijo el moreno, Romanji, mientras le daba una palmada en la espalda. Gaziel casi se da contra la barra.

-¡Ups! Abra que fortalecerte si de verdad quieres ir al país vecino.-Gaziel le miro fijamente.

-Estoy más que fortalecido… es solo que dudo mucho que alguien este “normal” después de beber dos chupitos de whisky doble.-dijo mientras se levantaba. Todavía le daba vueltas la cabeza pero era capaz de caminar.-Ven a mi habitación… tengo que explicarte…-

-… el por que del viaje.-acabo Romanji por el.- Si te soy sincero, ya me lo estaba preguntando.-dijo sonriente mientras seguía a Gaziel escaleras arriba. Este cerro la puerta nada más entrar el otro en la habitación.

-Te va a parecer ridículo y pensaras que estoy loco pero…-suspiró-… es una corazonada y casi nunca suelen fallarme.-comenzó diciendo el rubio. Romanji asintió y se sentó en el borde de la cama y puso una expresión seria, como dispuesto a escuchar la historia que el chico tenía que contarle. Entonces Gaziel se fijó en que no sabía nada de ese hombre. Lo único que sabía es que no podía fiarse de el… tampoco es que su historia tuviera mucha importancia pero…

-¿Qué haces, chico? ¿No me ibas a contar el por que del viaje?-se quejó Romanji intentando evitar que Gaziel le obligara a salir del cuarto.

-He cambiado de idea.-puso las manos sobre los hombros del moreno, le dio un empujón y cerró la puerta inmediatamente después. Tenía que buscar a alguien que conociera a aquel tipo y le dijera que podía fiarse de el. Mientras tanto no le dejaría ni pisar el pasillo que conducía a su cuarto.

Romanji se sentía un idiota por creer que alguien quisiera ir al país vecino. Había sido una mala broma de aquel chiquillo. “Aunque… no hay mal que por bien no venga” pensó mientras levantaba su tercera jarra de cerveza y se la llevaba a la boca.

-¡Ey, Tom! ¡Un día de estos me tienes que decir de donde sacas la avena!-dijo al posadero nada más terminar el trago.

Tom le miro con una sonrisa mientras se tocaba la pequeña barba blanca. Sus ojos verdes relucían de una manera extraña, con un brillo que, Romanji, no recordaba haber visto en aquellos ojos. Conocía a Tom desde que era niño. Había trabajado para el como camarero hasta que decidió hacerse ladrón. “Es un oficio más digno” había dicho Romanji a Tom cuando este le había preguntado que por que dejaba el puesto.
Tom se había quedado estupefacto ante aquella respuesta y Romanji, con una amplia sonrisa, respondió “Por lo menos no juego con la salud de los demás”.

Romanji sabía que el alcohol era perjudicial, pero también sabía que estaba muy bueno. Buenísimo para tomarlo el pero no para dárselo a los demás. Bueno… hoy había dado la copa al chico pero por lo que sabía, Gaziel, era un gran aficionado al whisky. Así que no se sentía culpable.

Pero si estaba intrigado… ¿de verdad había sido una broma? El chico le había mirado de una forma… como si le fuese a contar algo muy serio. Pero después había cambiado de idea. Quizás fuera verdad, o que adivino por sus pintas que era un ladrón y el chico prefería un noble. Romanji sonrió para si al pensar en las palabras “ladrón” y “noble” juntas. Eran como la noche y el día, como el agua y el aceite. Pero aun así, en la mente de Romanji se entremezclaban, sobre todo cada vez que pensaba en su pasado.

Sacudió la cabeza. Muchas veces se preguntaba como podía su mente pasar de pensar en un simple chico que le había gastado una broma a pensar en su vida. El ya sabía que era un obsesivo pero pensaba que no tenía que pensarlo a cada momento.

Gaziel por otro lado estaba teniendo un debate consigo mismo. No sabía si confiar en el por otro lado… no había nadie más que quisiera acompañarlo… ¡No! Primero averiguaría quien era ese tipo y después decidiría si era de su confianza o no…

Bajó corriendo las escaleras pero se fijó en que el moreno seguía en la barra… y bebiendo como un condenado. Gaziel bufó y se quedó plantando en las escaleras esperando a que se fuese.

Una jarra, dos jarras, tres jarras, cuatro jarras, cinco jarras… y Tom le sacó a rastras del local mientras Romanji cantaba una canción a pleno pulmón.

Gaziel dio gracias a Dios por el bueno de Tom, y bajo del todo las escaleras; se acercó al posadero y le empezó a preguntar por Romanji. Lo que le dijo le dejo completamente sorprendido.

“Ahora… si puedo fiarme de el…”

Fue su último pensamiento antes de salir a la calle a buscarle… y encontrarle tirado en la acera, borracho.

-Chico… definitivamente…eres bipolar…-Romanji estaba acostado en la cama de Gaziel, mientras este, escribía una nota en un papel.

-Y tu te recuperas muy pronto de las resecas.-había estado durmiendo como seis horas desde que Gaziel le encontrara en la acera y le llevara a su cuarto.

Romanji cogió su cabeza con las manos nada más oír la palabra resaca y se empezó a quejar.

-No te esfuerces… eres un pésimo actor.-Gaziel se volvió hacía el y le miró fijamente. Romanji le sacó la lengua, bajó los brazos y los cruzó.

-¿Me vas a explicar tú maldita historia o no?-

Gaziel suspiró y empezó a relatarle todo…

“Vivía con mi madre en una pequeña aldea cuando un día mi madre cayó muy enferma, muriendo pocos días después. Me quede huérfano con apenas diez años. Y con esa misma edad tuve que emigrar de la aldea y ganarme la vida como ladronzuelo de poca monta. Un día, mientras dormía en la calle, al ras de un tejadito de una casa, soñé con ella por primera vez.

Sus ojos azules se iluminaron al contemplar mi rostro. No me dijo nada, simplemente me miraba y sonreía mientras danzaba. Intente alcanzarla pero no pude… desapareció y yo me desperté.

No tomé mucho en cuenta aquel sueño, de hecho, pocas minutos después de despertarme, deje de pensar en el. Hasta que a la noche siguiente volví a soñar con ella. Y ese sueño se repite todas las noches.

Llevaba cinco años de sedentarismo hasta que Tom me dio cama, comida y bebida a cambio de que le limpiase la posada. Desde entonces, no he vuelto a ejercer el oficio de ladrón.

Pensaba todos los días en ella, cada día… la quería más. No se como explicarlo… no la conozco, no se si esa persona existe… pero la quiero. Y cada día que pasa me duele estar lejos de ella. Quiero alcanzarla… poder tocarla y preguntarla como se llama. Bailar con ella, sonreírla…

Pero el caso es que… cada día esto más convencido de que existe… por que… desde hace unas semanas para acá, algunos días me hablaba…”

Gaziel paró y tragó saliva. A Romanji, la historia le atrapó, así que solo pudo alentar a Gaziel para que le dijera que le dice su amor de “ensueño”.

-Gaziel… soy Anaé… estoy aquí… ¿Por qué no vienes a buscarme?-la voz se le rompió.
El chico parecía estar apunto de llorar. Y ni el mismo sabía por que.

-¡Ey! Tranquilo, chico. Te estoy empezando a comprender… quieres ir a buscarla pero… ¿Por qué al país vecino?-Gaziel intentó secarse las lágrimas mientras movía la cabeza.

-Una corazonada… se que puede sonar absurdo pero…-

-Tranquilo, tengo ganas de conocer mundo y que mejor hacerlo con un chaval que se enamoró de una chica de un sueño y va a un país desconocido por una corazonada.-dijo con tono alegre, y parecía hasta sincero. Gaziel le fulminó con la mirada.

-No es gracioso, y no me enamoré… es solo que la quiero pero no con esa clase de amor…-se quedó pensativo.

Romanji se levantaba de la cama, sonriente, con dolor de cabeza, y con la historia de Gaziel rondándole la mente. Se estaba preguntando cuantos whiskys que se bebía el chico antes de dormir.

-Eh… ¿qué haces?-le preguntó Gaziel al moreno, viendo que este estaba tirando unas mantas en el suelo.

-Preparando mi pequeño nido para dormitar.-

-¡No! Eres tu el que tiene resaca…-dijo sorprendido. Pensó que se quedaría en su cama… viendo las confianzas que se había tomado antes. Y nunca pensaría ni por asomó que un ladrón sería así de bonachón… bueno… Romanji no era un ladrón normal.

-¿Quién es el que tiene una cita esperándole en sus sueños?-le guió un ojo mientras se acostaba.

Gaziel le sacó la lengua mientras le imitaba pero en la suya propia. Se apoyo un poco en el lecho para poder soplar la vela que estaba sobre mesita.

-Se dice buenas noches.-dijo la voz de Romanji desde la oscuridad. Gaziel le bufó.-Vale don Juan, ve a enamorar a una dulce doncella bailarina.-

Gaziel no le respondió. No le hacía ninguna gracia. No sabía como se sentía cada vez que la veía… y cada vez que no la podía alcanzar. Y ahora mucho peor que sabía como hablaba y lo que le decía… y como se llamaba…. y que sabía su nombre… eso le alegro y sonrió. Sonriente se durmió pensando en ella, y como dicen que el último pensamiento es el que se sueña, pues el, soñó con Anaé.

“Gaziel… soy Anaé… estoy aquí… ¿Por qué no vienes a buscarme?”

Sus ojos cristalinos le miraban acusatoriamente. Había perdido su sonrisa. Gaziel deseba que sonriera, quería que fuese feliz.

“No se donde buscarte…”

Gaziel se sorprendió. Era la primera vez que hablaba con ella, frente a frente, sin verla alejarse. Anaé no pareció sorprendida si no más bien triste y desamparada.

“Pensaba que me querías…”

Unas lágrimas empezaron a bajar por la mejilla de la muchacha. El quería limpiárselas y consolarla pero para entonces… ella ya se había ido. Y el se despertó, encontrándose con uno enormes ojos oscuros.

-¡Woo! Ese debió ser un sueño muy intenso, amigo mío.-dijo la alegre voz de Romanji mientras le tendía una jarra con leche.

-Eh… ¿tu resaca ya desapareció?-Gaziel se incorporo, aceptó la jarra y empezó a beber.

-Ahora mismo deberías preocuparte más por ti… has estado llorando y gritando. ¿Qué paso con tu doncella nocturna?- así que había estado haciendo eso… bueno… la mirada de la chica le había dolido, por que le había mirado como si el la hubiese traicionado.

Gaziel miró fijamente a Romanji y, respirando hondo, le contó el sueño.

-¡Woo!  Deberías dormirte de nuevo e ir a pedirle disculpas.-entonces se fijo en la mirada de Gaziel y se quedo pensativo.-Mmm...… ¿qué tal si seguimos tu corazonada?-se puso de pie y se fu de la habitación. Gaziel le siguió y le observo pedir a Tom una bolsa con provisiones.

-¿¡Hoy mismo!?-preguntó Gaziel intentando reprimir una sonrisa.

-Hoy mismo. Cuanto antes mejor además tengo ganas de conocer a tu doncella.-Gaziel le chisto. No tenía ganas de que nadie más se enterase de sus planes.

2 comentarios:

  1. Vaya...una chica misteriosa, un ladrón muy sexy...como dije, esta interesante, si señor =)

    Me ha gustado guapa, te felicito!!!

    Besos!!

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  2. Grcaias por el comentario ^^ Me gusta que te guste!! ^^
    Besos!

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